sábado, 8 de noviembre de 2014

Capítulo 30

Veintidos minutos después yo estoy fregando mi plato y vaso mientras Alex sigue con el plato más lleno que cuando empezábamos. 
- ¿Quieres dejar de comportarte como un crio? 
- No sé de qué me hablas.- dice mirándome mientras se mete un trozo de pollo lentamente en la boca. Sonrio y él lo hace también. Me acerco hasta su taburete y él me abraza.
- ¿Te crees que soy idiota? Sé que estás comiendo poco a poco para estar aquí cuando llegue Tomás. 
- ¡Qué va nena! No seas mal pensada, comer poco a poco mejora la digestión.- dice besando mi hombro que queda a su altura.

Capítulo 29

Quedan tan solo tres días para los exámenes de antes de vacaciones de navidad, y lo cierto es que debo ponerme ya las pilas o no los pasaré. Garabateo el libro pensando en Corina. Siempre pasábamos las navidades juntas y este año no sé qué haré sin ella. Tomás se acerca a mi pupitre cuando la clase acaba.
- Así que Alex y tú...- deja la frase en el aire.-No me gusta.
- Ya.- digo fastidiada- es a mi a quien le tiene que gustar.- veo como frunce los labios y suspiro.- No es como tú te crees.- digo más suavemente.

Capítulo 28

A la mañana siguiente me es imposible quitar la sonrisa de mi cara. Insistí en quedarme en mi propia habitación cuando Alex me pidió que durmiera con él de nuevo. No podía estar dos noches sin pisar la residencia por mucho que quisiese estar con él. 
Me visto pensando en cómo besaba mi cuello, allí, tumbados en la cama, siempre sin llegar a nada más. Aunque eso es algo que debía cambiar y no tardaría en hacer. Porque me moría de ganas, y sé que él lo hacia también.
Me apresuro a bajar e ir hacia la universidad, me encuentro con mi vecina de enfrente y le sonrío, aunque se queda un poco extrañada de que esa chica oscura y amargada a la que ni conoce, la salude, me sonríe de vuelta. 
Veo a Tomás que charla con un chico alto, recuerdo lo de la otra noche y desecho la idea de ir a saludarle. Cuando me ve se despide a toda prisa del muchacho y viene corriendo hacia mi.
- Elena.- dice recuperando la respiración.

Aviso.

Hola queridas lectoras.
No sabéis lo feliz que soy después de haber entrado y saber que sigue habiendo gente, que aún con mi impuntualidad e informalidad, me sigue leyendo.
En serio, me alegra y me parte el corazón a la vez. Cuando empecé este blog no pensaba que nadie pudiese llegar a leerme y menos la historia que escribo.