Veintidos minutos después yo estoy fregando mi plato y vaso mientras Alex sigue con el plato más lleno que cuando empezábamos.
- ¿Quieres dejar de comportarte como un crio?
- No sé de qué me hablas.- dice mirándome mientras se mete un trozo de pollo lentamente en la boca. Sonrio y él lo hace también. Me acerco hasta su taburete y él me abraza.
- ¿Te crees que soy idiota? Sé que estás comiendo poco a poco para estar aquí cuando llegue Tomás.
- ¡Qué va nena! No seas mal pensada, comer poco a poco mejora la digestión.- dice besando mi hombro que queda a su altura.