Capítulo 9


Llego a la habitación de Corina, sigue igual que el día anterior. Sigue igual con cables, sin moverse, sigue igual. Siento una punzada de culpabilidad por haberla dejado sola toda la noche, no quería que cuando despertara no hubiera nadie con ella. Recuerdo que tengo que llamar a su familia. Me empiezo a marear, no voy a ser capaz de hacerlo.
Estoy plantada allí delante de la cama mirándola, pero no me acerco lo suficiente, tengo miedo de romper la paz que parece que hay en ella.

  • Iré a avisar al médico.- susurra Alex detrás de mi en mi oreja provocándome un escalofrío, asiento y él se va.

Me siento en la silla de la noche anterior y cojo su mano. Acaricio la cara perfecta de mi mejor amiga que ahora está más fría que de costumbre.

  • Hola.- susurro haciendo una pausa.- Ahora... va a venir el médico a decirme que es lo que te pasa. Y Dios Corina, espero que me diga que vas a despertar pronto, porque te juro que no puedo seguir mi día a día sin ti.- digo mirándola, ella sigue inexpresiva.- Te juro que voy a venir a verte cada día, quiero estar a tu lado cuando despiertes, porque se que lo harás pero por favor, hazlo pronto.- hundo mi cabeza en nuestras manos.
  • Elena.- oigo por detrás de mi, me giro, allí está Alex. Asiento al ver lo que quiere que haga.
  • Ahora vuelvo.- le digo a Corina besando su mano.

Alex me guía hasta un pequeño despacho, detrás de la mesa está la médico rubia de la noche anterior, me sonríe al verme y me da la mano.

  • Elena ¿verdad?.- dice ella sonriendo mientras tomo asiento, Alex se sienta a mi lado. No puedo describir lo que me calma su presencia.
  • Si.- digo.
  • Soy la doctora Medina.- me recuerda.- ¿Estás mejor?.- me pregunta.
  • No soy yo la que está en una camilla inconsciente, así que si, estoy perfectamente.- digo sin emoción en la voz. Alex coge mi mano y entrelaza nuestros dedos por debajo de la mesa. Me los aprieta en signo de reprobación. La doctora sonríe levemente.
  • Corina tuvo un traumatismo craneoencefálico por culpa del golpe.- empieza, aparto la vista, no sé si podré mirarla y escuchar todo el tiempo.
  • ¿Cuándo despertará?.- digo yendo al grano.
  • No lo sé.- dice, vaya, más de seis años de carrera y lo único que saben decir los médicos es "no lo sabemos".- Puede que sean días, semanas...- dice.- o incluso en el peor de los casos, meses.- contengo la respiración, meses.
  • ¿Y qué? ¿Qué podemos hacer? ¿Sentarnos a esperar?.- digo nerviosa.
  • Es lo único- dice ella haciendo una pausa.- ¿Alguien a quién podamos llamar? ¿Familia?- dice y yo me muerdo el labio.
  • Yo soy su única familia.- digo y es verdad, ella es mi única familia y yo la suya. Noto que Alex me mira, pero evito su mirada. Había pensado que llamar a su madre sería buena idea. Pero ahora no me lo parece. No, porque sé cual será su reacción.
  • ¿Nadie?¿Un tío, una tía...- empieza.
  • Sus padres.- digo.- Tiene a sus padres- hago una mueca.
  • ¿Podrías darnos el teléfono? ¿O llamarles tu misma?.- pregunta, suspiro y saco mi móvil.
  • No creo que sea buena idea.- digo en un susurro.
  • Merecen saberlo, estarán preocupados.- sonrío amarga e irónicamente.
  • Yo les llamaré.- digo levantándome, me voy al final del despacho y oigo como ellos susurran.
Tardan en cogerme el teléfono, estoy llamando a su madre, su padre ni me lo cogería.

  • ¿Si?.- oigo una voz ronca al otro lado de la linea.
  • Maite.- digo sin más.
  • ¿Elena?.- dice ella.
  • Si, soy yo.- noto que la doctora y Alex me miran y escuchan.
  • ¿Qué quieres?.- dice secamente, no nos llevamos bien desde... bueno, desde que pasó lo de Corina.
  • Es Corina.- digo y oigo como ella contiene el aliento no dice nada.- Ha tenido un accidente, está en coma.- intento que mi voz no se quiebre.
  • ¿Dónde está?.- dice ella sin parecer en absoluto preocupada.
  • En el hospital de al lado de la universidad.- hay un largo silencio al otro lado de la linea.
  • ¿Y que quieres conseguir con esto Elena? ¿Qué se supone que esperas que haga?
  • Es tu hija.- digo sin fuerza.
  • Ni siquiera sé donde está estudiando, ella nos dejó.- dice alzando la voz.
  • Maldita sea Maite, es tu hija.- chillo al teléfono.- ¿Qué mas da lo demás?
  • Ella desapareció de nuestras vidas.- me acusa.
  • ¿Y? No la culpo por ello. Las dos huimos de ese maldito pueblo, era un infierno estar allí.- digo con la voz más alta de lo que debería, estoy de espaldas a Alex y la doctora.
  • Vosotras decidisteis.- repite.
  • ¿Qué significa eso? ¿Que vas a pasar sin mas? ¿La dejarás.... sola?.- mi voz se quiebra un poco.
  • Me sabe mal por ella, Dios sabe que la quiero.
  • No. no lo haces.- digo.- No es que te necesite. No lo hace, pero estaría bien ver algún sentimiento de tu parte. Cualquiera. O al menos fingir que te importa un poquito.
  • Aunque las dos creáis que no me importa, me importa.
  • No lo estás demostrando Maite.- digo enfadada.- Te he llamado a ti porque pensaba que al menos sentirías un poco de lástima, no como su padre. Ahora no sé a quien habría preferido llamar, los dos sois una mierda de persona.- digo y cuelgo el teléfono.

Apoyo mi frente contra la pared y me trago las lágrimas, Corina no se merece eso, no se lo merece. Me hierve la sangre de rabia y me apetece golpear algo, son tan egoístas. Pensaba que al menos su madre entraría en razón. Que se daría cuenta de que está en coma no con gripe. Es algo serio.
Noto la mano de Alex y mi ira se desvanece un poco. El pasa un brazo por mis hombros atrayéndome hacia él, no dudo en hundir mi cabeza en su pecho y nos giramos hacia la doctora.

  • Ya le dije que no serviría de nada.- digo en voz baja.
  • Lo siento.- dice ella sin más.- Elena, yo creo...- empieza.
  • No.- dice Alex.- Necesita tomar un poco el aire.- Seguiremos luego.- dice sacándome de allí.

Me saca del agobiante despacho y me lleva hasta la cafetería del hospital, si puede ser más deprimente. No quiero que Alex me suelte. No decimos nada, me lleva hasta una mesa con sillas y se va. Me siento allí mirando mi teléfono móvil, por las cristaleras entra luz, pero no me siento más viva, ni nada por el estilo.
Minutos después Alex aparece con una bandeja, se sienta enfrente de mi y me tiende la bandeja.

  • Come.- dice mirándome, observo la bandeja, hay de todo, fruta, un bocadillo, café, tostadas...

Suspiro y cojo el café y la manzana, él me mira esperando a que coma.
  • Gracias.- digo y el no contesta.

No me doy cuenta del hambre que tengo hasta que me he comido la manzana y medio bocadillo. El me observa comer.

  • ¿Estás bien?.- me pregunta. Asiento levemente.- Superará esto, todo volverá a la normalidad, te lo pro...
  • No.- digo casi chillando.- No lo digas.- suplico. El me mira perplejo.- No prometas cosas que no puedes cumplir por favor. Odio las falsas promesas.
  • Está bien.- dice él con la mandíbula tensa.
  • La madre de Corina no quiere saber nada.- digo sabiendo que quiere saberlo pero que no me lo preguntaría nunca por respeto a mi y a Corina.
  • Elena...- empieza.
  • Son unos imbéciles, su familia, mi familia. Por eso nos marchamos de allí.- digo interrumpiéndole.- Solo me tiene a mi.
  • ¿Por que me cuentas esto?.- dice mirándome tiernamente.
  • Porque quiero que me entiendas cuando me pongo así, nadie conoce a Corina mejor que yo. Puede que quieras defender a tu amigo, puede que creas que mis reacciones son excesivas, pero soy la única a la que le importa Corina, la única que está siempre allí cuando me necesita. Así que entiéndeme cuando no me fío de ti, o de Óscar, cuando no me fío de nadie. Nos marchamos de allí huyendo de la gente que nos hacia daño. Venimos aquí a empezar de cero y pasa esto, así que dame un poco de tregua si no trato a Óscar como a ti te gustaría. Permíteme que dude de lo mucho que le importa Corina, porque no me fío. Es fácil decirlo, lo difícil es demostrarlo.
  • Está bien.- dice su boca una fina linea. Coge mis manos por encima de la mesa, no las retiro.- Yo...- empieza, pero no sigue. Niega con la cabeza.- Es igual.- dice soltándome las manos. - Vamos, tenemos que volver.


Después de un rato, volvemos a entrar en el despacho. La medica esta firmando unos papeles, me sonríe empáticamente cuando entro. Me siento de nuevo donde estaba antes.

  • Elena.- dice aliviada.- pensaba que no volverías.
  • Hable claro.- ruego.- ¿Qué riesgos hay de que no despierte? ¿Y si despierta? 
  • Corina despertará, eso seguro. Lo que no sabemos es cuándo y en qué condiciones lo hará. La mayoría de las personas se recuperan lentamente, otras se recuperan y luego dejan de mejorar. Otras tienen lesiones graves para el resto de sus vidas.- Me quedo en silencio conteniendo el aliento.- Puede que cuando despierte tenga secuelas. Pero son solo unas probabilidades bajas. El área del cerebro dañada no afecta al habla ni a la memoria. El cerebro es muy impredecible, no hay dos lesiones cerebrales iguales, así que hasta que no despierte no podré valorar los daños. En cuanto a lo de hacer algo, no podemos hacer nada. Solo esperar.- Suelto el aire que he estado conteniendo. Ha sido clara, como le he pedido. Cierro los ojos con fuerza y los abro cuando he aclarado mis ideas.
  • Está bien.- digo simplemente.
  • Os iré informando.- dice ella levantándose.- Dejadme vuestro número por si despierta cuando no estéis. Tendréis que respetar las horas de visita.
  • Vale.- digo rellenando un formulario que me tiende. Pongo los datos de Corina y los míos. Alex pone su número de teléfono cuando acabo. Lo escribe rápidamente y le devuelve el formulario a la médico.
  • Muchas gracias. Si necesitáis cualquier cosa.- dice tendiéndonos su tarjeta.- llamadme, sea la hora que sea.
  • Gracias.- musito cogiéndola, he sido una estúpida con esa mujer y ella solo intenta ser amable.

Volvemos a la habitación de Corina. Quiero estar allí, que sienta mi apoyo, pero al mismo tiempo no quiero permanecer ni un segundo ahí. No quiero verla así. Quiero estar aquí cuando despierte, pero no puedo verla así. Me siento al lado de su cama y Alex se sienta en el sillón de los pies.
Estamos horas allí. Ya es por la tarde, me doy cuenta de que Alex se ha dormido. Está tan guapo... no pensaba que pudiese haber algo tan perfecto en este universo hasta que le veo dormir. Me quedo más de una hora mirándole dormir, mientras cojo la mano de Corina. No tengo ni idea de la hora que es, pero sé que hemos estado en el hospital más de cinco horas. Me despido de Corina besando su frente y con una promesa silenciosa de que estaré con ella.
Me dirijo hasta Alex y me da miedo y pena despertarle. Me muerdo el labio mientras le balanceo ligeramente, me gustaría poder despertarle de otro modo. A besos por ejemplo, o tocando su hermosa cara.
Él abre los ojos de inmediato y los enfoca en mi.

  • Vámonos.- susurro. Él se mueve y coge mi mano, está siendo una costumbre que me gusta bastante.
  • Siento haberme dormido.- dice mientras salimos. Debe haber sido aburrido.
  • No te preocupes, he estado pensando.- digo.

Llegamos a su coche, no sé dónde me va a llevar. Quiero ir a mi casa, pero aunque no lo admitiría nunca, tengo miedo de la soledad. Además mentiría si dijera que no quiero pasar otra noche con Alex.

  • ¿Quieres que te lleve a tu residencia?.- pregunta.
  • ¿Donde iré sino?.- digo nerviosa.
  • Puedes quedarte en mi casa.- dice él sin mirarme. Me quedo callada, me está ofreciendo que me quede en su casa, que duerma con él. Si, por favor, si. Si.
  • No tengo nada allí, es mejor que esté en mi residencia, tengo sitio donde quedarme.
  • Pero estarás sola.- dice él.
  • No me importa estarlo, estoy acostumbrada.- digo encogiéndome de hombros, pensando que estar sola no es lo peor que me podría pasar.
  • Está bien, pero... si cambias de idea, puedes quedarte en mi casa, traer un par de cosas tuyas y quedarte con nosotros.
  • Está bien así.- digo suavemente.- gracias.


Hay silencio mientras él conduce, queda poco para llegar a mi residencia y empieza a oscurecer.
  • ¿A qué hora quieres ir mañana al hospital?.- pregunta. No lo he pensado, tengo clases, pero también una amiga en coma.- Podemos ir por la tarde si tienes que ir a clase.- dice leyéndome la mente.
  • Tendría que ir a clase, pero Corina me necesita.- digo mordiéndome el labio.
  • Óscar tiene turnos de tarde, puede ir por la mañana, así no estará sola.
  • No necesito que haga eso.- digo negando.
  • No lo hace por ti, lo hace por ella. Porque le importa Corina, se morirá si no le dejas verla.- pienso un rato y suspiro, tengo que ir a clases, son importantes y ya me he perdido toda la clase del miércoles.
  • Está bien, pero porque necesito ir a clase, por la tarde iré.
  • Iremos.- me corrige. Suspiro.
  • Alex, en serio, puedo ir sola, ya has hecho bastante por mi. Puede llevarme Tomás, un taxi o incluso mi compañera de clase.
  • Ya te he dicho que no me importa.
  • Ya, pero a mi si. No quiero sentirme así, no quiero tu compasión o lo que sea. Te agradezco mucho lo que has hecho por mi... por Corina, pero puedo arreglármelas sola ahora.- Quería darle la libertad, no quería ser una carga para él, aunque soñaba con pasar días enteros junto a él.
  • Como quieras.- dice sin más. Noto que evita mirarme y se concentra en la carretera.

Aparca, minutos después enfrente de mi residencia. Suspiro, no quiero separarme de él. Me muerdo el labio, me está mirando fijamente.

  • Buenas noches.- digo. Él me mira y me medio sonríe.
  • Buenas noches Elena.- le miro, sabiendo que ahora que ya no tiene la obligación de llevarme al hospital, seguramente será la ultima vez que le vea. Suspiro y salgo del coche.


8 comentarios:

  1. ¡Vale ya, Ge!

    Esto es demasiado gsdafjdljñfhalsd y me matas. Elena tiene que volver a ver a Alex, y Corina tiene que despertar. Pobre Óscar, me da una penita...ais que mal. Alex yo creo que no lo hace por compasión, Elena le importa de verdad. Es tan amorable(? JAJAJAJA

    Bueno, lo dicho, Ge. Necesito el 10!

    Besos, tu Ge, Annie Everdeen<3

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  2. jajajajajaja a mi también me da penita Óscar en el fondo... Me gusta hacerles sufrir me siento mala.

    Muchas gracias Ge, tu si que eres amorable JAJAJAJA
    Te amodoro<3

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  3. ¡Pero que genial! Me ha encantado el capítulo. Alex es demasiado para mi, me supera, es tan... Travis Maddox. JAJAJAJAJA. Bueno Pidge, que escribes genial. Y Corina en coma, no me lo creo.

    Bueno, sigue escribiendo porque aquí tienes una fan. Y avisamee ehh!

    Muchos besos, luuu.

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  4. Me encanta la historia,de verdad¡
    A ver cuando escribes el capitulo 10 :)

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  5. porfavor llevo desde el domingo deseosa de leer el 10 no nos hagas sufrir maaas!!! klñfhajlhhfhrfhjrhlrfhlfhlf :'(

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  6. Muchas gracias a todas, ya he subido el capítulo 10, espero que os guste.
    Gracias por vuestro apoyo de verdad, que la leáis y encima os guste significa muchísimo para mi.

    Un besoo <4

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  7. Por dios Rise!!!
    Me estas matando adorooooooo a Alex, es tan dulce. Cuando Elena se quedo a dormir es su casa y el la a abrazado awwww es muy tierno. Pobre Corina, pobre Oscar, pero ¿Que le a pasado? ¿Como quedo en coma? supongo que pronto lo averiguare. En fin, quería decirte que hasta el momento me a encantado, un beso.
    Saludos!

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