Capítulo 4


El despertador suena insistente y no encuentro el maldito botón para apagarlo. No he dormido más de cuatro horas por culpa de Corina. Me levanto y me arrepiento cuando un dolor agudo recorre mi cabeza.

Vagabundeo hasta la ducha y me quedo allí más tiempo del debido, tanto que llego tan tarde que solo me da tiempo de beber un poco de zumo del mismo cartón y ponerme unos vaqueros y una camiseta a toda prisa.



Me peino el pelo mientras cojo los libros, tiro el cepillo antes de salir de mi habitación. Seguro que dentro de un rato pareceré una loca. Bajo las escaleras, pues el ascensor me parece una opción muy lenta. Recorro el vestíbulo y salgo al exterior. Tengo que atravesar más de doscientos metros de césped natural para llegar a la facultad.
Aunque mi residencia es la mas cercana a la facultad, ahora mismo no me parece suficiente. Saco el móvil cuando oigo que vibra, sé que Corina me ha mandado un mensaje. Ella no empieza hasta una hora mas tarde, pero seguramente ya esta despierta. No leo el mensaje, simplemente apago el móvil ansiosa por querer deshacerme del pitido y que no me suene en clase.

  • ¿Mucha prisa?.- dice alguien a mi lado. Me detengo un segundo paralizada al reconocer su voz. Le tengo plantado a mi lado, con el pelo húmedo de la ducha, los ojos brillantes y la sonrisa perfecta. No quiero ni fijarme en su cuerpo, sigo caminando. Bueno. Corriendo. El mantiene el ritmo a mi lado sin aparente dificultad.- Pensaba que eras la típica chica buena que estaba en su pupitre diez minutos antes de que sonara el timbre.
  • Tengo clase con la profesora Domer y llego tarde.- espeto.- así que cállate.
  • No te va a dejar entrar, mejor date por vencida.- dice sonriendo, me entran ganas de darle un puñetazo.
  • Claro que me dejará entrar. No llegaré mas de unos segundos después que ella.
  • Aunque llegues un segundo después no te dejará. -dice seguro de si mismo.
  • ¿Por qué no te pierdes?- digo enfadada.
  • Interesante oferta.- dice simulando pensar.- Pero creo que paso.- resoplo exasperada, algo dentro de mi quiere que me coja del brazo y me lleve lejos. ¿Pero qué estoy diciendo? No lo conozco de nada, aunque algo en él me hace sentir tan... segura. Le miro a los ojos un instante sin aminorar el paso.
  • Eres tan...
  • ¿Arrogante?¿Creído?.- dice con su voz grave divertido. - ¿Sexy? ¿Guapo?
  • Prefiero las primeras.- digo riendo si poder evitarlo.


Ya vislumbro mi edificio, me cuelo dentro sin comprobar si me sigue. Corro por los pasillos hasta llegar al final justo cuando suena el timbre. Solo me quedan unos cuantos metros. Corro justo cuando dos personas salen de la clase.

  • No te va a dejar entrar. A nosotros no nos ha dejado.- dice la chica. La aparto suspirando y abro la puerta.
  • No pueden entrar.- dice la profesora sin mirar siquiera.
  • Acaba de sonar el timbre.- digo enfadada y con la respiración agitada. La profesora y todos los alumnos me miran.
  • Haberlo pensado cuando ha oído el timbre de su despertador. Fuera.- dice mirándome a mi por encima de las gafas. Miro atrás, hay mas personas esperando, somos cinco y nos piensa dejar fuera.
  • Son solo unos segundos.- digo lentamente.
  • Serán unos trimestres como no salga ahora mismo.- enfadada doy la vuelta y salgo disparada de allí empujando a los pasmarotes de los que están ahí.

Recorro los pasillos de nuevo hasta llegar al vestíbulo. Tengo que respirar hondo un par de veces para controlar mi ira. Salgo al exterior. No sé que hacer una hora entera. Me dan ganas de pasarme el día en la cama, total me acabo de perder mi clase favorita. Sé que si vuelvo a mi habitación me quedaré dormida y no iré a clases el resto del día.
Lanzo mi bolso con mis libros al suelo y caigo al lado sentada en la acera. Apoyo mi cabeza en mis manos pensando. Me muero de sueño y estoy demasiado enfadada para pensar algo racional. En mi antiguo instituto me habrían dejado entrar, aquí no iban con tonterías. Tanto habiín cambiado las cosas... El movimiento de alguien a mi lado hace que pierda el hilo de mis pensamientos. Tomás está sentado a mi lado. Le sonrío, está guapo cuando sonríe. De hecho, siempre siempre me sonríe.  Siento una punzada de culpabilidad por ser mala con él.

  • Buenos días.- digo.- ¿No has entrado?- el niega y yo suspiro.
  • Esto es una mierda.- dice enfadado, le miro, nunca le había visto enfadado. Tampoco es que le conociese demasiado... aunque queda raro en él.
  • ¿Qué pasa?
  • Que no nos haya dejado entrar, necesito los créditos.
  • Lo sé.- digo tocándole ligeramente el brazo. Sé que cabrea, yo estoy muy frustrada. El me mira y sonríe.
  • ¿Quieres desayunar? No me digas que ya lo has hecho.- me advierte.- porque me voy a deprimir de verdad.- rio.
  • He bebido tres sorbos de un cartón de zumo de naranja, si eso se considera desayunar...- él me sonríe con su sonrisa perfecta de modelo.
  • No digas más, te invito a las mejores tortitas del campus.- dice levantándose y tendiéndome la mano. Se la doy y me ayuda a levantarme.
  • Si insistes.- bromeo mientras tira de mi.

 

Estar al lado de Tomás es agradable, me hace reir y me cuida. Además es guapo, pienso esto mientras andamos hasta la cafetería. Corina me come demasiado la cabeza con el tema de Tomás y a veces me dan crisis como esa. Pero se me pasan cuando como. No he entrado allí más de dos veces. Nada más entrar en la gran cafetería limpísima noto una presencia, y automáticamente le busco en la habitación. No sé como, pero sé que está aquí. No busco más de unos segundos hasta que me encuentro con su mirada. Levanta la vista de la carta y me observa, una sonrisa se dibuja en su rostro inmediatamente, una sonrisa burlona. Tomás me ha hablado y se pone entre Alex y yo, rompe el contacto visual y me obliga a mirarle.


  • Siéntate, voy a pedir.- dice dulcemente.
  • Está bien.- susurro no muy segura mientras tomo asiento de espaldas a Alex, el chico arrogante.

Juego con la carta de plástico que tengo enfrente, aunque Tomás ya está pidiendo por mi. Un escalofrío me recorre la espalda cuando noto a Alex detrás de mi.


  • ¿Quién tenia razón?.- susurra en mi oído provocándome que se me pongala piel de gallina por todo el cuerpo. Intento acordarme de respirar, aunque lo hago con dificultad. El rie y noto su aliento en mi cuello. Está demasiado cerca, demasiado cerca.


Se mueve y se sienta en la silla de mi lado, me muevo incomoda y busco a Tomás con la mirada, él está ocupado hablando con la camarera. Suspiro y cruzo mi mirada con la de Alex.
  • No sé a que te refieres.- digo intentando parecer enfadada
  • ¿No te han dejado entrar?.- pregunta mirándome divertido.
  • No.- digo suspirando.- me tiene manía desde el primer día que me vio. Y ahora hasta el último.
  • Lo hace con todos.- dice calmándome.- Puedo hablar con ella si quieres.- no puedo evitar reirme y él me mira serio. Él, tan alto y corpulento. Él que tiene unos brazos increíbles. Desvío mis pensamientos. La verdad es que podría conseguir lo que quisiese con solo su sonrisa.
  • No te molestes.- digo apartando mi mirada de él y leyendo la carta, recordando que debo evitar caer en su juego.
  • ¿Qué haces?.- dice quitándome la carta de la mano. Le miro enfadada.
  • ¿Me estás siguiendo?.- digo plantándole cara, titubeo al mirarle a los ojos y siento un extraño mareo.
  • Depende.- dice.- ¿Te gusta?.- pregunta acercándose a mi por encima de la mesa y yo soy incapaz de negar nada en absoluto. Sonreí sintiéndose vencedor.
  • Pensaba que el rollo acosador solo era en las películas.
  • ¿Quieres decir que no voy a conquistarte siguiéndote día y noche?- pide y yo niego.- ¿Ni siquiera si te llamo desde una cabina telefónica a las cuatro de la mañana y me quedo en silencio' ¿No? Que rara eres.- Me rio aunque intento no hacerlo, disimulo cambiando de tema.
  • ¿Qué haces aquí?.- le pido.- ¿No tienes clase?
  • Hasta las 9 no.- dice.
  • ¿Y por qué no estás durmiendo?- pregunto.
  • Si me levantaba a la misma hora que los demás tendría que haber limpiado que, así que me he escapado.
  • Que solidario.- le alabo.
  • Gracias.- dice.- Ya que tu no tienes nada que hacer en la próximos tres cuartos de hora, y yo no puedo volver a mi casa, ¿Estás dispuesta a dar una vuelta conmigo?.- pide.
  • No.- digo rápidamente. Él alza las cejas sorprendido.
  • ¿No?.- dice estupefacto, no sé por qué le sorprende tanto.- Cualquier chica se moriría si le hubiese pedido lo que a ti.- dice y yo suelto una carcajada sin poder evitarlo.
  • Porque no eres chico de citas, ni paseos ni flores ¿verdad?.- digo recordando y sonriéndole.
  • Cierto.
  • Entonces, ofréceselo a otra chica que sepa apreciar mejor tu cambio.- digo negando y poniendo los ojos en blanco.
  • ¿Siempre eres tan estúpida con la gente? Pensaba que solo lo eras con Tomás.
  • ¿Qué pasa conmigo?.- dice Tomás apareciendo detrás de mi, sostiene dos platos y dos bebidas, supongo que es café. Le sonrío.
  • Nada.- digo suavemente. Me pone el plato delante y cuando se sienta los dos miramos a Alex, preguntando en silencio que hace aún allí. Alex me mira a mi fijamente, cosa que hace que me ponga nerviosa. No sé con quién prefiero estar. Si irme con Alex o echar a Alex.
  • La fiesta de ayer estuvo bien.- dice Tomás mientras corta su tortita. A mi se me ha quitado el hambre, Alex tiene algún poder sobre mi, aparto la mirada de él cuando la cruza conmigo, no me había dado cuenta que estaba mirándole fijamente. Me centro en mis tortitas.
  • Lo sé.- dice sonriendo Alex.- Óscar es el mejor dando fiestas. Se empeñó en hacerla y ahora por su culpa tengo que estar aquí.
  • No preguntes.- le digo a Tomas que sonríe. Alex me mira sonriendo.
  • Bueno.- dice levantándose lentamente.- Me iré a desayunar allí.- dice señalando su mesa alejada de la nuestra. Se lo que pretende. Tomás la mira y yo le miro suplicando que no lo haga, pero lo hace.
  • Puedes desayunar con nosotros, no entramos hasta las nueve.- ofrece Tomas con su encanto y solidaridad natural. La mirada de Alex se ilumina ligeramente con un brillo de triunfo. Me mira sonriendo.
  • No.- digo sin quererlo. Aprieto los labios.- quiero decir, no quieres ¿no?.- le digo a Alex dedicándole una mirada de odio.
  • ¿Por qué no querría?.- dice sentándose de nuevo con una sonrisa. Tomás sonriendo sigue comiendo tortitas. Cierro los ojos enfadada.


No es que quiera estar con Tomás sola porque seamos novios, o quiera serlo en un futuro. Pero esa situación es rarísima. Además que Alex ejerce un poder en mi que nunca nadie ha ejercido. Me siento atraída por él. Que digo atraída. Me siento atraidísima por él. Y eso no es bueno, sé que puedo atacarle verbalmente y ser una estúpida con él pero cuando se acerca mínimamente, o le huelo, o simplemente le miro a los ojos, pierdo toda mi fuerza de voluntad. Vale, le estoy mirando de nuevo otra vez mientras habla con Tomás. Alex me mira de reojo divertido y yo aparto mi mirada, sabe que le estoy mirando y eso le divierte muchísimo.


  • ¿Así que va a haber otra fiesta?.- pide Tomás.
  • Si.- dice Alex y me mira inmediatamente.- Este viernes.- dice mirando de nuevo a Tomás.- Vivo con gente adicta a esto.
  • Como si a ti no te gustaran.- dice Tomás riendo. La mirada de Alex se vuelve más dura mientras mira a Tomás.
  • Ahora vengo.- dice Tomás mirando a la entrada, donde ha entrado una chica menuda y rubia.
  • ¿Vives con óscar?.- le pido a Alex mirando como Tomás se va.
  • Si, vivimos juntos. Somos, como lo llamaríais las chicas, mejores amigos. - dice sonriendo.
  • ¿Y como lo llamaríais los chicos?.- pido alzando una ceja. Él se encoge de hombros.
  • Alguien en quien puedo confiar y que sé que nunca me fallara cuando lo necesite.
  • Eso se resume en mejor amigo. Va implícito. Se usa para ahorrar saliva- el sonríe, con esa sonrisa que deja sin aliento.
  • ¿La ahorras para usarla mejor en otras cosas?.- dice en voz sensual y alza una ceja, se me para el corazón durante un segundo, me doy cuenta que estamos demasiado cerca, y su olor me aturde. Me alejo recobrando la compostura mientras él me mira divertido.
  • ¿Nos vamos?.- dice Tomás rompiendo el hechizo que estaban haciendo los ojos de Alex sobre mi.
  • Em...- digo acordándome de respirar.- sí, vamos, no quiero llegar tarde.
  • Otra vez.- me recuerda Alex.
  • Si.- digo evitando mirarle y apurándome a la salida. Eso ha sido muy confuso.
  • Eso ha sido raro.- dice Tomás leyéndome la mente, le miro mientras andamos.
  • ¿Por qué?.- pido por pedir algo mientras me muerdo el labio.
  • Él nunca se sienta solo... es decir. Conozco a Alex desde hace mucho tiempo y nunca le he visto solo. Siempre con gente, la gente se muere por estar con él.
  • ¿Por eso le has pedido que se quede? ¿Porque estaba solo?
  • Y porque me cae bien, es buen chico aunque la gente crea que no. Tiene... mala reputación.- hago una mueca, el mismo creo su mala reputación el otro día.
  • ¿Qué clase de mala reputación?
  • Ya sabes, mujeriego, trata a las mujeres como si fueran de usar y tirar. Además no procede de una familia... bien, tiene problemas en su pasado, secretos. La gente habla demasiado.
  • ¿Tu lo crees?- pido mirando el suelo.
  • Ya te he dicho que le conozco, sé muchas cosas que me aseguran que Alex no es una buena persona por muchas cosas que hace o ha hecho, pero sigo pensando que quizás es un caparazón.
  • ¿Qué ha hecho?.- pido interesada pero intentando ocultarlo.
  • La gente habla Elena.- dice el, sé que no es de su estilo sacar los trapos sucios de la gente, hablar mal de ellos, eso me gusta de Tomás.- Lo que si que hay una cosa innegable.
  • ¿Qué cosa?
  • Le gustan las mujeres, mucho. Y a las mujeres les gusta él.- dice sonriendo.- solo que todo el mundo lo sabe y por tanto también se sabe que clase de mujeres caen en sus redes.- dice y yo me quedo callada.- ¿Qué?.- dice mirándome.
  • ¿Ahora es cuando me adviertes de que no caiga en sus redes?.- digo y el suelta una carcajada.
  • Vamos Elena, ya te he dicho que clase de mujeres caen en sus redes. Mujeres sin dignidad, mujeres a las que no les importa nada más que un buen cuerpo. Creo que eres muy inteligente, así que no veo necesario advertirte. No eres esa clase de mujer.- eso me hace sonreír.
  • Gracias Tomás.- digo y el me sonríe. Me siento alagada, pero a la vez no, pues Alex me atrae como a la que más.

2 comentarios:

  1. Bonito capitulo tienes aquí Rise, este Alex me interesa cada vez mas, un pasado oscuro es muuuuy interesante. Como vez sigo avanzando con mi lectura, pronto sabrás mas de mi, un beso.
    Saludos!
    Pd: Pobre Tomas!!!

    ResponderEliminar
  2. jajajajajaja Gracias Nicoleee <3
    Me alegra que sigas avanzando en mi historia y sobretodo que me vayas diciendo qué te parece. Tomás... Ay Tomás... jajajajaa
    Un beso, Rise <3

    ResponderEliminar

Los comentarios para un escritor son como los aplausos para un artista.