¿Maldad?

Prejuzgamos rápidamente si alguien es "bueno" o es "malo".

Nos bastan unos simples segundos para decidir cual de las dos etiquetas poner. Y no dudamos en ponerla.
Es fácil.

Si la manera de actuar se asemeja a la nuestra, entonces esa persona es "buena".

Si, por otro lado, su manera de actuar, o pensar o de hablar dista a la nuestra, entonces esa persona es "mala".

Nadie se ha parado a pensar en la "bondad" o "maldad".
Son palabras mayores.

Decir que alguien tiene "maldad" a la ligera es arriesgarse mucho. Es cierto que hay personas que se merecen  lucir el título en la frente. Pero ni la mitad de las personas a las que la gente considera "malas" lo son.

Nadie a nuestro alrrededor ha hecho algo lo suficientemente malo como para calificarlo como "malo"
Y por supuesto nadie ha realizado tal acto de "bondad" para ser llamado "bueno" siempre.


Una cosa es cierta. Las mismas personas que prejuzgan son las que cuando atribuyen el título de "bueno" a alguien, a la mínima que hace algo que le desagrada le cambia el título sin dudarlo.

"Haz algo bueno y nadie lo recordará, haz algo malo una vez y serás considerado "malo" el resto de tu vida".