miércoles, 19 de junio de 2013

Sigue ahí.

Sigue ahí, ese maldito vacío.
Y aumenta, aumenta con cada lágrima que sale de mis ojos.

Y es que algo no está bien, sigue sin estarlo. Llevo semanas mal, y tengo gente que esta a mi lado. Entonces la frase cobra sentido: "Estoy sola enmedio de un montón de gente".

Lo he analizado bien, mi familia no está desestructurada o he tenido una infancia traumática. Todos los problemas por ese lado están bien. Mis padres me quieren, mi hermano lo hace también. Aunque se empeñe en demostrar que no es así.

Sé que tengo buenas amigas, o eso creo. Amigas, pocas pero buenas, que sé que estarán allí cuando lo necesite, que me apoyan ahora que estoy mal.

Todo está bien aparentemente.

Pero entonces, ¿qué es?

No lo sé. Sigue estando este vacío dentro de mi, que solo soy capaz de llenar con libros, escribiendo o distrayéndome con mis amigas saliendo por ahí.

Pero no puedo vivir rodeada de distracciones, no puedo pasarme las horas refugiándome en la lectura para huir de mi vida, no puedo escribir hasta que los dedos me sangren para poder permanecer lejos de la realidad.
No puedo pasarme la vida entera huyendo de las obligaciones y yéndome por ahí con mis amigas.

Puedo hacer todo esto,  quiero hacerlo. Pero necesito algo más, algo que no sé que es y por mucho que lo busque no lo encuentro.
No sé que me pasa, solo sé que quiero que acabe rápido, poder ser la que era hace un año. Poder reír a carcajada limpia sin estar llorando después de dos minutos.
Quiero ser yo. Y despedirme para siempre de el vacío que no deja de atormentarme.

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